A raíz de la proyección de El olvido que seremos en salas de cine, realizo esta reseña para los aficionados a la lectura y al cine.
El olvido que seremos es luminosa, amable y alegre, aunque dista mucho de ser una película rosa; nos muestra los contrastes de la sociedad colombiana de los ochenta desde la Medellín primaveral y desgarrada.
El inicio nos remite a otra película: Scarface (Brian de Palma, 1983) específicamente a la escena del hotel en la cual Ángel, el compañero de Tony es asesinado. Es una apuesta arriesgada la del director, Fernando Trueba, al realizar un símil entre dos obras diferentes, más no antagónicas: la colombiana, entrañable, hermosa, reposada. Y Scarface frenética, rabiosa, espeluznante. Y quizás es lo que busca Trueba con esta apertura: mostrar el horror, la soledad, la amargura que experimentó la familia del doctor Héctor Abad Gómez luego de su muerte a manos de sicarios en las calles de Medellín. Desde ese punto de vista, Scarface y El olvido que seremos pueden ser extrañamente similares.
La película retrata la vida del médico Gómez, un dedicado y comprometido docente que vive sus días entre la universidad y su hermosa familia. A medida que pasan los días, el obstinado galeno va más allá de la cátedra y se sumerge en la problemática sanitaria y social de Medellín llegando a ir incluso a apartadas zonas para ver la evolución de sus pacientes.
La obra es narrada desde la perspectiva de Héctor Joaquín Gómez Faciolince, su único hijo varón y autor del reconocido libro homónimo en el cual se basa. En ella, nos identificamos con ese padre adorable, pendiente de sus hijos, que les cuenta cuentos en las noches y los educa de acuerdo a los estrictos cánones de la muy católica y conservadora sociedad de Medellín. Valores que no comparte el médico, quién es francamente ateo.
Así, se va perfilando este hombre calvo de mirada afable y manos generosas: un incrédulo comprometido con la causa social, muy izquierdista para los conservadores y muy godo para los comunistas, incómodo para ambos; es decir, profundamente vulnerable en la compleja e inentendible Colombia de mediados de los ochenta donde “la vida vale muy poco”, parafraseando al amigo del galeno, interpretado por el inmenso Gustavo Angarita.
El olvido que seremos tiene muchas cosas buenas: un guión muy bien adaptado del libro; actuaciones memorables como la de Javier Cámara, actor español que encarna al hombre paisa como el mejor de los antioqueños, o la de Nicolás Reyes (Héctor niño) que encanta y asombra con su calidad. Adicional a ellos las siempre profesionales Patricia Tamayo y Aída Morales. Y las breves pero maravillosas actuaciones de los veteranos Kepa Amuchastegui y Gustavo Angarita (también cabe Juan Ángel).
Asimismo, el manejo de cámara es excelente con encuadres creativos y arriesgados; del mismo modo, las transiciones son muy bien logradas, como aquella que va del exterior de la iglesia a la imprudente conducción del Renault 6 que termina con un accidente aleccionador. Y hablando de carros, es espectacular el trabajo de arte con el parque automotor de los setentas y ochentas (el bus escolar es poesía pura), igualmente las modas, los aparatos de tecnología y en general la recreación de esa capital paisa en la infancia ensoñadora de Héctor.
Por supuesto, la dirección del español Fernando Trueba, quien ganó el Óscar con Belle Epoque (1992) es bastante versátil y acuciosa, logrando una entretenida pero profunda cinta.
Las cosas por mejorar son casi nulas: si acaso, sobra el flirteo con la joven fisioterapeuta o algunas escenas en Milán, que más allá de su belleza estética, poco aportan a la historia.
El olvido que seremos es una película necesaria de ver, para entender la vida de personajes maravillosos como Héctor Abad Gómez y tantos otros que se fueron silenciados por las balas pero enaltecidos por la memoria.
Imagen recuperada de:
https://noticias.caracoltv.com/entretenimiento/cine/un-abrazo-enorme-para-la-gente-de-colombia-protagonista-de-el-olvido-que-seremos el 19 07 de 2021
Ficha técnica
Título: El olvido que seremos.
Director: Fernando Trueba.
Año: 2020.
País: Colombia.
Reparto: Javier Cámara, Nicolás Reyes, Juan Pablo Urrego, Patricia Tamayo, Aída Morales.
Duración: 136 minutos.
