Este año, a diferencia de 2023, se despide con pocos largometrajes realizados en Nariño o en los cuales hayan participado realizadores de la región. Sin embargo, son dos producciones de gran calidad.

El canto del auricanturi es una película colombo argentina, de la caleña Camila Rodríguez Triana y se filmó en Cundinamarca y Nariño durante el año pasado, pero se estrenó en 2024. Es una historia íntima acerca del conflicto que consume el alma y el cuerpo, rodada en locaciones de clima frío y con presencia de lluvia y niebla. En este argumental participó la pastusa Diana Oliva Basante en el diseño de vestuario.

Fuente: https://www.proimagenescolombia.com/secciones/cine_colombiano/peliculas_colombianas/pelicula_plantilla.

Por otra parte, el documental Por cielo y tierra, producido por la Unidad de Personas Dadas por Desaparecidas, narra historias desgarradoras de mujeres que buscan a sus parientes, todos hombres, de los cuales no hay rastro. Son cinco relatos en diferentes regiones de la geografía colombiana que desde la tristeza y la esperanza cuentan las peripecias e incertidumbres de quienes nunca volvieron a su hogar. Uno de ellos es la de una madre en la costa pacífica nariñense que logra darle una despedida digna a su hijo en medio de lágrimas y voces de cantaoras del pacífico. La obra, del director Santiago Díaz Vence es apasionante, empática y conmovedora. En ella la comunicadora social Carolina Revelo realizó labores de producción en la narración del hijo desparecido en la costa nariñense.

Fuente: https://cinematecadebogota.gov.co/pelicula/cielo-y-tiera-busqueda-personas-dadas-desaparecidas-en-colombia

Es así como termina este año audiovisual en nuestro departamento, con la alegría de estas dos magníficas producciones y con la esperanza que el 2025 llegue cargado de abundantes e interesantes historias que nos deleiten. ¡Feliz año a los cinéfilos y cineastas!

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