Manuel Zarama - Diálogos de Cine. Terror en la laguna.

Por: Manuel Guillermo Zarama Rincón

Fortuna Lake o Terror en el lago es una experiencia interesante para ver. Dirigida por el bogotano Felipe Martínez (Bluff, Malcriados, Double) quien debuta en el cine de terror luego de tratar las comedias y dramas, la obra recrea la historia de Malorie, una joven que llega a una cabaña a las orillas del lago Fortuna con problemas de memoria, trastornos recurrentes en el cine, como la espectacular Memento (2000) de Christopher Nolan, los laberintos indescifrables de Mulholand Drive (2001) de David Lynch o Un hombre sin pasado (2003) del gran director finlandés Aki Kaurismäki.

A diferencia de estos grandes relatos del cine amnésico donde lo sobrenatural no florece, Malorie (la cartagenera Juliana Piñeres) sufre de ataques de pánico que le llevan a ver a un misterioso espectro que la atormenta, mientras busca frenéticamente a su mejor amiga, Susan, interpretada por la española Elena Sáinz, desaparecida hace algunos días. En su investigación, cuenta con su vecino Jared, Jose Restrepo, quien la ayuda (¿O quizás no?) a resolver sus lagunas mentales mientras viven un extraño romance. A medida que la cinta va desarrollándose, se nos revela la verdadera personalidad de Malorie, llena de enredos y contradicciones que la llevan a meterse en problemas con una perversa enfermera (Carolina Cuervo), con la ley y consigo misma. Al final, Malorie comprenderá el karma que está viviendo de la manera más aleccionante y justa, pero también la más amarga.

Fortuna Lake, lejos de ser una película regional, especialmente por ser grabada en la mágica laguna de La Cocha, es de carácter universal por los símbolos y lenguajes de los que se vale para comunicar su mensaje. Primero, el espacio: nunca nos ubica en alguno en especial, simplemente es Lago Fortuna, el desafortunado lugar al cual llega Malorie; sin país, sin departamento, sin estado en particular donde se desarrolle la historia. Segundo, el idioma inglés la sitúa más en una región de los Grandes Lagos de Norteamérica que en el ensoñador departamento de Nariño, al sur de Colombia. De acuerdo a los productores, esto se realizó para posicionar la película en mercados extranjeros; aunque, luego hubo la versión en español con el nombre de Terror en la laguna. Tercero, los actores tienden más a ser arios, o sea blancos y de ojos claros, excepto Jared que quizás por ser muy latino, le tiñeron el cabello para aparecer más extranjero buscando precisamente aquello de relatar una historia cosmopolita. Estas razones la vuelven apátrida, y también los grandes y pequeños detalles: los nombres de los personajes, muy gringos por cierto, las placas de los carros, los planos abiertos que permiten ubicar al relato en cualquier lugar.

Así, más aun siendo colombiana y también nariñense, Fortuna Lake se convierte en una experiencia agradable y necesaria para apreciar una propuesta independiente. Y de esa manera, ver las triquiñuelas que la vida y la muerte le tienen a Malorie la confusa protagonista, para refrescarle la memoria.

Tomado de:
https://pagina10.com/web/fortuna-lake-lagunas-mentales-espectros-y-karma/

Imagen recuperada de: https://calibuenasnoticias.com/2020/02/26/terror-en-la-laguna-la-nueva-pelicula-de-felipe-martinez/ el 19 07 de 2021